Y seguimos regalando. Regalos a todo trapo. Volvimos del
parón navideño, volvimos de un compás de espera que venía bien para reflexionar
sobre lo que a éste equipo le hacía falta, sobre nuestro futuro inmediato
respecto a los objetivos marcados de inicio de temporada. Volvimos de éste
parón, pero las cosas siguen igual. Volvimos con dos derrotas, una en copa,
ante el todo un Valencia CF, y otra derrota ante el todo Rayito en liga, lo
peor, sin despejar dudas, seguimos en las mismas.
Nos estrenamos en la matinal ante un rival que la lógica
hubiese sido que los tres puntos volarán en AVE dirección Santa Justa, pero más
allá de la lógica, volvía la realidad de que jugamos muy poquito a algo, que no
sólo andamos con la pólvora mojada, sino que apenas creamos ocasiones, y
jugamos con un punta al que apenas le llegan balones. Volvemos a perder
regalando, y esto es otra realidad. Una vez encajado el segundo gol,
desaparecimos por completo y acabó nuestro partido a medias, porque también
llegaron nuestras mejores ocasiones, tarde, pero llegarón. No sabríamos decir
si es cuestión de hablar de paciencia, pero así llevamos toda la temporada,
hablando de paciencia. Porque como hablemos de comparar presupuestos, que es lo
que está de moda, nos sacamos nosotros mismos los colores, porque con quienes
hemos perdidos los partidos es de chiste.
Es cierto, que nos anularon un gol totalmente legal. Mejor
dicho un golazo de Fazio. No sabemos cómo se hubiese desarrollado el encuentro
si éste mismo gol hubiese subido al marcador. Pero si sólo nos queremos quedar
con que nos anularon un gol legal, pues nada, nos quedaremos con eso.
Horizonte repleto de dudas. A lo mejor para despejarlas
podíamos ir cambiando de discurso. Hasta ahora no hemos demostrado casi nada
como para hablar de Champions. Confiemos entonces en la vulgaridad del
campeonato para intentar conseguir el objetivo, ¿Cuál objetivo?, el equipo
tendrá que contestar.
A por el Valencia que no es poco.
VAMOS MI SEVILLA, VAMOS CAMPEÓN.
1 comentario:
Siento mucho y no comprendo ni entiendo nada de nada.
Manuel
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