Inadmisible. El consejo de administración de nuestro Sevilla
FC tiene que tomar soluciones, drásticas o no, pero hay que darle un vuelco a
la situación de éste equipo. Inadmisible. Y así se siente el sevillismo, así
piensa la afición, el rumbo hay que cambiarlo. Un giro mínimo de 180º se tiene
que dar para reconducir una trayectoria que deja mucho que desear. Menos hablar
de Champions y más coger el toro por los cuernos. Inadmisible.
Si hasta ahora nuestra debilidad, lo que nos hacía no tener
una continuidad eran los partidos lejos de nuestro feudo, en el día de hoy el
síndrome llegó a las entrañas de Nervión. Cuando no es la debilidad defensiva,
es la ineficacia goleadora, y cuando no la suerte que no está de cara. El uno por
el otro y la casa sin barrer. Partido nefasto desde el minuto 1. Y nunca mejor
dicho, porque desde el primer minuto de partido ya estábamos por detrás en el
marcador. Y en el minuto 12 dos por detrás. Con el cambio de pizarra y la
entrada de Rabello al terreno de juego, pudimos ver a un Sevilla FC con más
mordiente y más llegada al área rival, con balón al palo incluido, pero hasta
éste momento, también es verdad que el conjunto pucelano podía haber ampliado
la distancia en el marcador, gracias a las facilidades defensivas que nuestro
equipo le ofrecía. Inadmisible. Tras el descanso, el empuje sevillista, y el
gol en propia puerta de Manucho (mínuto 4), y con la auto expulsión de Medel
(otra más y van…) fue insuficiente para remontar el resultado. Nuestro Sevilla
FC terminó jugando con más corazón que cabeza. La pitada general del respetable al termino del encuentro muestra la opinión sevillista.
Quizás sea el momento para el punto y aparte. El sevillismo
coincide en que hay que darle un giro radical a la situación. Basta ya del
discurso que nada tiene que ver con la realidad que todo el mundo ve. Una cosa es que sepamos o no de donde venimos,
y otra que nos quieran tomar el pelo una y otra vez. INADMISIBLE…
VAMOS MI SEVILLA, VAMOS CAMPEON.
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