Regresamos de tierras vascas por el camino de la gran
depresión. De nuevo nuestro Sevilla FC mostró las dos caras de una misma
moneda. De nuevo el equipo vuelve a defraudar a su afición. Y de nuevo lo hace
ante un rival que no sólo viene haciendo un campeonato irregular, sino que hace
tres días venia de disputar campeonato
europeo. Si a todo esto le sumamos, que en ésta jornada vuelven a fallar varios
de los equipos con los que supuestamente nos vamos a pelear las papas, apaga y
desmontamos el chiringuito.
Que llevamos más de dos años en el que el equipo no deja de
crear dudas. Que llevamos más de dos años en el que no sabemos con qué actitud
y aptitud nos encontraremos de un partido a otro, hoy volvemos a encontrarnos
con la misma historia. De momento
volvemos a tirar la primera mitad de un encuentro, totalmente desaparecido.
Seguidamente seguimos regalando goles y ocasiones al rival. La reacción llega
en la segunda mitad, tarde y como pollos sin cabeza. Y para más inri, las
diversas, variadas y clarísimas ocasiones de gol (de Navas, Babá, Negredo…)
vuelven quedarse en eso, en claras ocasiones de gol…erradas.
A una semana del derbi, las expectativas dejan mucho que
desear. No lo decimos los sevillistas, ya se encarga el equipo en despejarnos
el camino. Con animación o sin ella
desde la grada de Nervión, probablemente el nivel de adrenalina subirá al
jugador, pero no nos engañemos, con ésta forma de ver el fútbol, con ésta
manera de plantear los partidos, y con ésta cantidad de errores clamorosos que
tenemos partido sí y otro también…mal vamos.
Y agarrándonos una vez más a un clavo ardiendo, seguiremos
sin perder lo último que se debe de perder…la esperanza, el optimismo, la actitud…simplemente, porque somos
SEVILLISTAS. Pero por lo que más queráis, pónganle más…
VAMOS MI SEVILLA, VAMOS CAMPEON.
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