A ningún sevillista, a ninguno le gusta vivir una derrota
ante el eterno rival. Y aún es peor, cuando vives en tu propia carne, que los
actores principales de la película, ni siquiera aparezcan en el cartel. No fue
la imagen que todo el sevillismo esperaba previo al encuentro. Está claro que
nadie nos va a regalar nada, el problema es que nuestros jugadores fueron los
que volvieron a regalar mucho, una vez más, pero esta vez ante el rival
equivocado.
No es normal que el equipo desaparezca de los partidos una
vez que se ha adelantado en el marcador. Getafe, Levante y el de ayer, han sido
tres partidos donde nuestro jugadores nos han demostrado ser el único equipo de
la liga española incapaz de manejar los tiempos de los partidos. No es normal
que nuestro equipo, jugándose lo que se estaba jugando, sea cual fuese el rival
que tuviésemos en frente jugara sin intensidad, con una imagen bochornosa. Y si
a esto se le suma que estás jugando el derbi, amigo, si en un partido como éste
no le pones lo que le tienes que poner, apaga y vámonos. Del partido
destacaremos a un incuestionable Jesús Navas, y a un Álvaro Negredo que luchó
hasta la extenuación, peleo sólo con toda la defensa e hizo todo lo que pudo
mientras le llegaban balones.
Aparte de lo jodido que es salir derrotado en tu propia casa
por el eterno rival, aparte de haber perdido tres puntos importantísimos,
aparte de haber perdido casi toda posibilidad de luchar por jugar la próxima temporada
en Europa, ¿hemos dicho algo?, es hora de empezar ver reacciones desde la
planta noble del Sánchez Pízjuan, porque ésta temporada es para hacérselo ver
con detenimiento, pero está claro que no sólo
no hemos mejorado la temporada anterior, sino que se ha empeorado…háganselo
mirar.
VAMOS MI SEVILLA, VAMOS CAMPEON.
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