Tras el pitido final, con la moral algo baja, no nos queda
otra que mirar de reojo el resto de la jornada y cruzar los dedos para que nos
sea propicia. Es lo que pasa cuando no hacemos nuestros deberes, dependemos de
lo que haga el resto. Seguimos desaprovechando cada tren que pasa por delante de
nosotros, no somos capaces de engancharnos y la imagen que muestra el equipo
tampoco da margen al optimismo. Mal vamos si por cada mínimo revés bajan los
brazos.
Comenzaba el encuentro algo convulso con una original y justísima
protesta del lado del mágico gol norte. Una protesta unánime donde se plasmó
con el lanzamiento de una gran cantidad de pelotas de tenis, interrumpiendo así
el partido, España entera no sólo vio sino que escuchó la protesta de una
afición harta de tanta mamarrachada de Madrid-Barsa, Barsa-Madrid, el colmo
llega hasta el punto de retrasar un encuentro, el que se disputó anoche en
nuestra casa por la sencilla razón del hastiado e inacabable partido del siglo,
¡¡¡BASTA YA!!!. Centrándonos en el encuentro, podemos decir que una vez más la
suerte nos fue esquiva. Es cierto que tras el empate del Levante UD (que para
colmo el gol del empate lo hace un jugador que le paga nuestro Sevilla FC, una
más para hacérselo mirar), el equipo parece perder el norte y bajar los brazos,
una vez más y tal como ha sucedido en demasiados encuentros, al mínimo revés el
equipo pierde los papeles, se va del partido. El Levante si hacer mucho se
llevó demasiado premio. No sólo un gran Negredo en racha puso el marcador a
favor, sino que a falta de cinco minutos para el final tuvo en sus botas el gol
de la victoria desde los once metros, finalmente Munua paró el penalti y todo
quedó igual. Y cuando decimos que la suerte nos fue esquiva no sólo nos
referimos al penalti errado, sino también a un posible gol fantasma, a dos
cambios en defensa, obligados por lesión o fatiga (Escudé y Cala), el cual no
te da margen de maniobra para reforzar el ataque, y una serie de circunstancias
que no satisfacen a nadie. Del partido
destacamos el estado en el que se encuentra Negredo, y la buena imagen mostrada
por Deivid.
Como hemos indicado anteriormente, sólo queda cruzar los
dedos y que el resto no sumen más de lo que puedan hacerlo. No olvidemos la difícil
visita de la próxima semana en el Bernabeu. Todo puede pasar en el fútbol, pero
no es momento para ser iluso, no nos queda otra que centrarnos en las tres
últimas jornadas y entre ellas el derbi…
VAMOS MI SEVILLA, VAMOS CAMPEON.
4 comentarios:
La verdad, no sé como tienes ganas de comentar todavía, a estas alturas.
Es cuestión de ser sevillista, somos sufridores por naturaleza...ahora y siempre SFC...
Ser sevillista es la esencia.Ganar o perder es un complemento.
Manuel.
no se puede decir mejor Manuel ;)
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