Después de dejarnos tantísimos puntos en el camino, como que
los empates y más cuando éstos se suceden en nuestra propia casa, nos deja un
mal sabor de boca, y si encima nos merecimos más, el sabor se convierte amargo.
Hay que mirar lo bueno, y lo positivo es que sumamos un punto ante un rival
directo por el objetivo e importante del panorama nacional.
Del encuentro podríamos saltarnos los primeros 45 minutos, algo soporífero, donde el juego se
trababa una y otra vez en el centro del campo. Poca fluidez en el juego de
ataque. Acababa la primera mitad con 0-1 en el marcador, gol encajado tras mala
interpretación del árbitro en dar una ley de la ventaja, seguido de un error
nuestro, sino es por esto, bien podía haber quedado reflejado en el marcador un
0-0. Ya en la segunda mitad el equipo cambiaba como de la noche a la mañana. Si
bien el equipo cogía el toro por los cuernos, Jesús Navas se echaba el partido
a sus espaldas, una vez más. En los primeros compases de los segundos 45
minutos, más concretamente en el minuto 8, jugada bien enlazada entre Kanoute,
Navas y gran remate de Babá que ponía la igualada en el marcador. Nuestro
glorioso Sevilla FC se convertía en claro dominador del juego. Las ocasiones se
sucedían en la portería rival donde un extraordinario Courtois y las decisiones
algo más que discutibles de Álvarez Izquierdo hacía que finalmente se terminase
con un empate que no vale para ninguno de los dos, pero que según lo visto
dejaba más contento al conjunto colchonero.
A éstas alturas y viendo las distancias poco o nada valen
los empates. Las exigencias cada día que pasan son mayores, por lo que el
próximo envite se convierte en una obligación por conseguir los tres puntos, el
rival es propicio, aún así habrá que dejárselo todo sobre el terreno de juego,
es lo que queda de aquí hasta el final de temporada.
VAMOS MI SEVILLA, VAMOS CAMPEON.
No hay comentarios:
Publicar un comentario