Sevilla se paralizó para recibir tres años después el derbi
de la ciudad. Cada rincón de la capital andaluza vibró a su manera, rezando por
un resultado justo. Pero la justicia nos fue de nuevo esquiva. Empate en el
marcador al término del encuentro.
Invasión en territorio hostil de una hinchada sevillista con hambre de
derbi, rompiendo los registros anteriores (más de 3000 sevillistas, casi ná), y
es que como bien sabe nuestro Sevilla FC…”NUNCA CAMINARÁS SÓLO”.
94 minutos duró el encuentro. 94 minutos de un estado de
nervioneo que sólo lo consigue éste tipo de enfrentamientos (finales aparte). En
resumidas palabras podemos decir del partido que mientras hubo 22 jugadores
sobre el tapete verde, fuimos muy superiores. Una superioridad que una vez más
no se vio reflejada en el marcador. Seguimos atascados con la definición. Una
vez encontrado un patrón de juego, el gol sigue siendo nuestro San Benito. En
la primera mitad nuestra superioridad fue apabullante, donde sólo se jugaba en
campo contrario y Varas era un espectador más. Los derbis se suelen definir por
detalles, y un detalle en falta directa puso al otro equipo de la ciudad por
delante en el marcador. Fue en ésta misma jugada, minuto 26 cuando llegaron por
primera vez con peligro a nuestro marco, 100% efectividad, puesto que hasta ese
mismo momento, ya habíamos tenido nosotros 3 ocasiones claras de gol. Aún así,
nuestro glorioso Sevilla FC no cesó en su empeño, seguimos acechando y
conseguimos en premio tras jugadon de Jesús Navas y golazo de Álvaro Negredo,
al estilo Zamorano. Primera parte que
finalizaba como finalmente terminó el encuentro pero con la sensación de poder
acabado por delante en el marcador.
Los segundos 45 minutos el panorama seguía pintando de la
misma manera. Quizás se igualó algo más la posesión, o mejor dicho, el miedo a
fallar o perder hiciera que costará tener dominio en el balón. Aún así, éramos
valientes y no le hacíamos asco llegar al ataque. Pero como hemos dicho anteriormente,
los detalles marcan éstos encuentros y un partido que termina con sólo 12
faltas para cada uno, donde no hay jugada reseñable de carácter violento, el Sr
colegiado Velasco Carballo quería también su protagonismo expulsando sin merecerlo
a Federico Fazio. Nos dejó injustamente con un hombre menos y mató nuestro
partido. El rival cogió las riendas, pero de poco o nada le sirvió. Con 11
sobre el terreno de juego, ponemos en duda que el resultado final fuese el que
fue, ¿os suena esto?, porque hace una semana es lo que decía el técnico del
otro equipo de la ciudad tras caer en el Nou Camp. ¿Contentos?, merecimos
ganar.
Pasó el derbi, y la vida continua. No conseguimos el
resultado esperado, deseado y por el que se luchó, pero al menos Negredo se
reencontró con el gol. Ahora sólo queda pensar en el próximo rival, que no es
menos, el Málaga CF. Nuestra próxima jornada, de nuevo lejos de Nervión. Encontramos
un patrón de juego, ahora sólo queda lo más importante, refrendarlo con el
¡¡¡gooooooooooolll!!!.
VAMOS MI SEVILLA FC, VAMOS CAMPEON.
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