Si por algo podemos estar contentos con el resultado de
anoche, no es otra cosa sino porque seguimos sumando, seguimos invictos y pudo
haber terminado peor. No se sostiene decir que el cansancio nos privo de una
victoria cuando el rival que tienes en frente no ofrece absolutamente nada. Y
si consigue lo que consiguió, llevarse un punto, es por errores de un fútbol que
pertenece a otra categoría inferior a la primera división.
Durante la mayor parte del encuentro, nuestro glorioso
Sevilla FC llevó el peso del partido. Al comienzo le costó hacerse con el
balón, pero una vez que lo hizo sólo hubo un color dominante. Terminaba la
primera mitad con 1-0, gol de Manu del Moral. Pudo ser un marcador más amplio. Fueron
varias las ocasiones de las que dispusimos. La cosa prometía tanto que parecía
que todo iba ser coser y cantar. Pero en la segunda mitad, volvemos a la
costumbre ya implantada, que no es otra cosa que dar vida al rival. Parece increíble
como un rival que no ofrece nada, se vaya adueñando poco a poco del balón, y en
dos contras que no sabemos defender, volvemos con la retahíla de las cuantiosas
pérdidas de balón, el conjunto entrenado por Cuper nos saca los colores dando
la vuelta al marcador, ¡¡¡increíble!!!, inmerecido, pero cierto. Menos mal que
a falta de dos minutos del final del encuentro, de nuevo Manu del Moral,
convertido en delantero centro a falta de “delanteros”, igualaba el marcador
tras un tremendo remate de cabeza.
Una vez salvado los muebles, una vez salvado el resultado,
un puntito más y a mirar al siguiente rival, próximo lunes a las 21.00 horas de
la noche, el Granada CF. Otro de los de abajo, ésta vez sí, hay que sacar la
victoria.
VAMOS MI SEVILLA, VAMOS CAMPEÓN.
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