NO TERMINAMOS DE ESTAR

De la escalada a la caída, sólo hay un tropiezo, y ayer volvimos a tropezar. De nuevo en nuestra casa, una vez más ante un equipo que a pesar de ser la sorpresa del campeonato, no fue superior a nuestro Sevilla FC. Volvemos a regalar tres puntos, y ante un rival directo. Tal vez debemos mirar hacia otro camino que nos lleve a Europa, porque por la competición liguera, la cosa no sólo sigue poniéndose cuesta arriba, sin nombrar la Champions, algo que suena a utopía, sino que seguimos mostrándonos muy débil.

Y el rival, el Espanyol, no pasó por encima nuestra, en absoluto, fuimos nosotros los que una vez más nos dejamos que nos pasarán. El lastre del sistema defensivo huele ya de lejos, y lo peor es que no se aprecia solución alguna a la vista. Dependemos de los tres o  cuatro goles que la gente de arriba puedan hacer, para llevarnos los partidos, ya que no hay un encuentro que no encajemos goles. Y cuando los de arriba no están acertados, mal asunto.  En el ambiente está la sensación de que el aficionado sevillista asume el rol que no ha tocado en ésta campaña, porque mucho, no, muchísimo tiene que cambiar la cosa para hacer una remontada que pueda sonar a machada.

Con la jornada ante los periquitos, ponemos fin a una primera mitad del campeonato que podíamos catalogarla como de SUSPENSO. Principalmente porque no se está llegando a las expectativas creadas a comienzos de temporadas, tanto tercer y cuarto puesto parecen inalcanzables a éstas alturas de competición, por meritos propios sea dicho. Lo peor, no hay atisbo de mejoría siempre refiriéndonos al lastre que  nos persigue de hace tiempo, el mañido sistema defensivo. El próximo sábado, nos visita la UD Levante, comienza la segunda vuelta, si de verdad estamos por la labor de alcanzar a los de arriba, cojan al toro por los cuernos.