Se nos fueron dos puntos. Una grandísima primera mitad, como ya nos tiene acostumbrado el filial, con todos sus ingredientes, velocidad en el juego, control de la pelota, baño de fútbol ante un rival que ni la olía, goles, en definitiva, se llegaba al descanso con un claro 3-1 en el marcador. Hay que decir que el gol del Caravaca fue de un muy riguroso penalti. Y en la segunda mitad todo cambió. A pesar de que el Sevilla Atlético controlaba los tiempos del juego, el ritmo calló en demasía, tampoco es muy normal llevar durante los 90 minutos de encuentro el nivel de la primera mitad. Un golazo visitante recortaba distancias, y a pesar de éste segundo gol encajado, seguíamos con la sensación de tenerlo todo controlado. El conjunto murciano tampoco hizo mucho como para pensar lo contrario. Pero en el fútbol, hasta el rabo todo es toro, y a falta de 3 minutos para llegar al 90, el Caravaca igualaba el marcador.
Demasiado premio para lo que hizo el conjunto murciano. Los chicos de Tejada bajaron demasiado los brazos en la segunda mitad, y el empate fue su castigo. Aún así poco o nada hay que reprochar a un equipazo como el filial. Estos partidos también les valen para seguir cultivándose y darse cuenta de que a la mínima que te relajas te la dan.
VAMOS MI SEVILLA, VAMOS CAMPEÓN.
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