
Encuentro soporífero, donde nuestro Sevilla FC desistió de tener la posesión del balón, el Real Madrid mareaba la perdiz sin conseguir nada, el sistema defensivo parecía funcionar; no sólo no dejábamos hacer su juego al equipo entrenado por el calificativo que queráis… y Mourinho, si no que tampoco eran capaces de ver puerta con claridad. Nuestros contragolpes no es que fuesen de libro, es más no éramos capaces de hacer uno medio en condiciones, aún así, tuvimos más ocasiones de gol y las más claras del partido. Cuando no era las intervenciones de Casillas, que nos sacaban de nuestras casillas, valga la redundancia, era la falta de definición la que nos impedía ponernos por delante en el marcador. El Real Madrid tuvo una, y la marcó, es lo que suele pasar cuando se perdona tanto. Del arbitraje más de lo mismo cuando un equipo se enfrenta al Real Madrid, nosotros no íbamos a ser menos, descaradísimo. Sabor amargo, al ver que hemos podido, lo hemos tenido ahí y no se han dado cuenta.
Punto y aparte, el próximo miércoles nos visita el Málaga CF, octavos de final de la Copa del Rey, y hay que comenzar al levantar el vuelo. Vendrán las vacaciones, donde deberán de reflexionar, donde estamos y donde queremos llegar a estar.
VAMOS MI SEVILLA, VAMOS CAMPEÓN.
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